13/05/2024

El “Sí Pueden” desde adentro

Todos los sábados, Angie concurre a un centro comunitario en Avellaneda para compartir parte del día con los niños y adolescentes que concurren allí.  “Llegué al Sí Pueden pensando que iba a dar algo a los nenes, y a los cinco minutos me di cuenta de que ellos me iban a dar muchísimo más”, nos cuenta.

En esta entrevista, Angie nos cuenta por qué tiene puesta la camiseta y cómo se compromete con este voluntariado que se realiza en más de 40 centros comunitarios del país. 

 

¿Qué tipo de actividades llevan a cabo los voluntarios en el programa Si Pueden?

Las actividades que hacemos con los niños son lúdicas y artísticas. Creemos que, desde un lugar de juego, todos podemos aprender y crecer juntos.  Tantos los juegos como las expresiones artísticas son el lenguaje de todo niño. Les permiten expresar cosas a las que no pueden ponerle palabras.

 

¿Qué es lo que buscan trabajar con los chicos?

La idea es poder enseñarles a identificar sus emociones y aprender a regularlas, mejorar sus relaciones sociales con otros niños, nutrir su autoestima y desarrollar habilidades para tolerar la frustración.

 

¿Cómo planifican las actividades de cada semana?

Para planificar los talleres nos reunimos en equipo y pensamos qué queremos que los niños se lleven de aprendizaje ese día. Ya con ese objetivo en mente, empieza la lluvia de ideas, búsqueda de libros, juegos, muñecos, páginas ¡o lo que sea!

 

A vos como voluntaria, ¿qué es lo que te motiva a participar de estas actividades con los niños y adolescentes?

Mi principal motivación para participar del Sí Pueden es la fe. Confiar en que podemos realmente plantar semillas en sus vidas, compartirles herramientas que puedan acompañarlos hoy en su infancia, y también el día de mañana que sean adultos. Soy una convencida de que podemos hacer la diferencia. Y eso es lo que me mueve cada sábado.

 

Si te querés sumar a este voluntariado podés escribirnos a [email protected] 

 

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