Fue una de las primeras sedes de la Fundación y, desde 2012, sigue sumando proyectos y voluntarios que trabajan en pos de la inclusión de los sectores más vulnerables de Bariloche y sus alrededores. “Creo que el principal aporte a la ciudad es que trabajamos desde proyectos que buscan el bienestar de las personas y desarrollando la participación ciudadana”, asegura Nata, una de las voluntarias de la sede.

Entre las iniciativas desarrolladas en Bariloche se encuentra el programa “Si pueden”, que se realiza es en el barrio 2 de abril, hace ya unos 10 años, con infancias de entre 4 y 15 años. Por otra parte, se crearon espacios de apoyo escolar en el Merendero Alihuen y en la Asociación Grupo Encuentro, donde los voluntarios asisten en doble turno para ayudar a los alumnos con su desarrollo educativo. 

Otro de los proyectos instalados en la sede Bariloche es la Fábrica de Juguetes. Se trata de una iniciativa que se lleva adelante todos los jueves, donde los voluntarios confeccionan juguetes que se destinan a niños de parajes rurales y hospitales, así como también cartucheras para sumar a la colecta anual de útiles escolares.

Comprometidos con otro de los proyectos de la Fundación, el de Residencias Universitarias, varios voluntarios barilochenses se encargan cada año de difundir la información llegánsose a escuelas rurales de la zona y de la Línea Sur para que más jóvenes sureños cuenten con la posibilidad de acceder a estudios superiores. 

De este modo, y con un equipo de más de 70 voluntarios que participan durante el año en distintas actividades, que incluyen colectas, encuentros y campañas, el equipo de Sí Bariloche continúa consolidándose a través del tiempo con alegría de seguir sumando al tejido solidario de la ciudad.

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